Las hábitos, costumbres o tradiciones no siempre son buenas, especialmente si hablamos de recursos económicos para tener una vida digna.
Existen hábitos que desde pequeños hemos seguido, ya sea por parte de nuestros padres o del mismo sistema educativo y que no han acarreado nada positivo.
Al hablar de pobre, quiere decir que estamos atravesando la pobreza, es decir contamos con escasos recursos económicos.
Pero esto responde a una pobreza mental: cuando no tienes la actitud necesaria para sortear obstáculos y seguir adelante.
La pobreza tiene que ver con la mentalidad, con tus pensamientos, con tu actitud y con tu espiritualidad.
Si tienes una mentalidad pobre, no llegarás a ninguna parte, si tus ideas son pobres, no podrás experimentar el deseo de superación.
Si tu actitud es pobre, toda la energía negativa te rodeará y no te permitirá avanzar, y, si eres pobre de espíritu, imagínate, ni siquiera tienes un propósito de vida.
Pero para salir de la pobreza te comparto estos 15 hábitos o costumbres que te mantienen sin dinero, con el fin de que los dejes de aplicar.
1.- Sistema Educativo
Comienzo por este punto, que me parece de vital importancia, que, además de ser un hábito inherente de las personas, es un derecho y una responsabilidad de cada uno educarse.
No obstante, aquí es necesaria una diferenciación, porque este no es un mal hábito nuestro de nuestra niñez o juventud.
Lamentablemente los sistemas educativos de los países, a excepción de muy pocos en el mundo, nos han enseñado una pésima costumbre: educarnos para ser empleados y no para ser emprendedores.
Los sistemas educativos de los gobiernos siguen siendo retrógradas y nos educan para buscar un trabajo y no para progresar a través del emprendimiento.
En plena era tecnológica no existen materias específicas sobre tecnología, sino hasta la universidad, perdiendo valioso tiempo en los años de educación básica y bachillerato.
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Todo esto nos ha malacostumbrado a estudiar de esta manera y buscar caminos fáciles y si no encontramos trabajo, prácticamente estamos perdidos.
Así que los sistemas educativos de nuestros países son un mal hábito que nos han impuesto.
No obstante, de nosotros depende, al menos después del colegio, tomar un buen hábito de educación financiera, una buena costumbre de prepararnos para emprender.
Con ello dejar de ser pobres.
2. Educación financiera
Esto sí es una mala costumbre nuestra, nunca hemos tenido la más mínima intención de educarnos sobre las finanzas.
Si bien es cierto nuestros padres nos dicen: “ahorra, porque no se sabe qué pasará mañana”, esto no es suficiente, porque la educación financiera no solo es para guardar una parte de nuestro dinero para el futuro.
Debemos saber administrar lo que ganamos y saber invertir para que nuestro dinero trabaje para nosotros y no nosotros para el dinero.
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3. Gastar más cuando ganamos más
Siempre tenemos la idea de que cuando ganemos más dinero, las cosas se pondrán mejor.
Sin embargo, el momento que tenemos un mejor salario o mejores ingresos, como por arte de magia, estamos gastando más. ¿Por qué sucede esto?
Bueno, no es magia, es nuestro pésimo hábito de gastar más cuando ganamos más.
Entonces, lo correcto es seguir gastando lo mismo aún cuando tenemos mejores ingresos económicos, estos excedentes debemos ahorrar o invertir para obtener rentabilidad.
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El ganar más dinero no te sacará de la pobreza ¡Así es como te haces rico!
4. Miedo a los cambios
Otro de los malos hábitos que hemos heredado es el temor al cambio en cualquier sentido dentro del mundo económico-profesional-financiero.
Cuando nos proponen un nuevo trabajo con más responsabilidades o diferentes actividades y aunque nos ofrezcan un salario mejor, nos aturdimos.
Después, lo pensamos muchas veces, lo dialogamos con las personas que amamos o con los amigos y finalmente terminamos diciendo NO.
En los negocios, cuando nos proponen expandirnos a través de nuevas técnicas o si hablamos de tecnología, nos ofrecen un nuevo software que facilitará nuestro trabajo, nos dará un aumento de clientes y en fin, asimismo lo pensamos tanto y lo dialogamos tanto, que finalmente decimos NO.
Créeme, si no estamos con las tendencias, nos quedamos donde partimos.
5. No buscar otras fuentes de ingresos
Solo estamos esperando que nos aumenten el salario o que alguien nos informe sobre otra oportunidad de trabajo donde podamos ganar más.
Si tenemos un negocio propio, solo esperamos tener más clientes, pero no hacemos nada para que eso pase.
Nos conformamos con lo que tenemos hasta cuando haya un “milagro” y mejorar nuestros ingresos, o ganarnos la lotería.
No buscamos la manera de aumentar nuestras entradas, rechazamos oportunidades de negocios, no queremos invertir, no buscamos la manera de obtener ingresos extras.
Te recuerdo que internet, por ejemplo, es una oportunidad de conseguir un dinero extra que no nos caerá nada mal.
6. Mirar la televisión en lugar de leer
La ciencia lo dice: mirar la televisión por largos períodos de tiempo hace que tu cerebro pierda creatividad, además de producir estados de estrés e irritación.
Las personas que han llegado a una buena posición económica a base de esfuerzo han mirado televisión menos de una hora al día y por el contrario han leído más, es decir se han preparado más, han estudiado más.
El 78% de las personas de escasos recursos observa programas de televisión basura como los reality, novelas, películas sin sentido que no dejan ninguna enseñanza.
Y qué decir de los contenidos en las redes sociales, más del 80% se dedica consumir basura en TikTok, Instagram, YouTube.
Si queremos estar frente a una pantalla, por qué no descargamos libros de educación financiera, de cómo emprender o de otros temas que te van a impulsar para dejar de ser pobre.
7. Usar el Internet solo para chatear
En los últimos años se ha vuelto una mala costumbre el hecho de utilizar el internet solo para subir fotos ridículas a las redes sociales, chatear y enviar mensajes de chistes en sistemas como WhatsApp.
La pésima utilización del internet te está volviendo un adicto de las cosas insignificantes, en lugar de aprovechar al máximo el potencial que tiene la red mundial.
Si sigues pobre es porque has mal utilizado el internet durante todos estos años desde su aparición.
TikTok es un fiel ejemplo en estos días de cómo pierdes el tiempo.
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Muchos hemos encontrado una fuente de ingresos extras o incluso estamos viviendo de internet a través de diferentes sistemas o negocios tradicionales que han dado el salto a la red.
Así que no hay pretexto, este mal hábito contemporáneo te está dejando fuera del paseo. Es decir te está dejando rezagado.
8. Ser desorganizado y el “mañana lo haré”
Esta pésima costumbre te llevará inminentemente a la mediocridad, cuando tienes la oportunidad de hacer algo lo dejas para mañana.
Porque te da pereza, porque prefieres ver un video insignificante en YouTube o en TikTok, porque priorizas un programa de mala reputación en la televisión o simplemente porque “quieres descansar un momento”
Y esto refleja que no posees una agenda de trabajo.
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No pienses que solo en la oficina debes llevar una agenda, tanto si trabajas para otros como si trabajas para ti mismo, es importante un orden.
Más aún si quieres dejar de ser pobre y llegar muy lejos; una agenda para realizar actividades que te beneficien es muy importante para tu vida.
9. No invertir en ti mismo
Si crees que haber estudiado 18 años de tu vida son suficientes para conseguir un buen trabajo o desarrollar un proyecto, estás muy equivocado.
Las metas no se logran fácilmente, la inversión en educación debe continuar permanentemente si quieres llegar muy lejos.
Debes prepararte conforme las tendencias y el mercado, no cabe duda de que la mejor inversión que puedes hacer en tu vida es la educación, para que ese conocimiento adquirido lo pongas en práctica, siguiendo los pasos anteriores, claro está.
Por ello cambia tu chip, y empieza el hábito de la autoeducación.
10. Mal utilizar la tarjeta de crédito
Como dije en un artículo anterior, la tarjeta de crédito sí que salva en un apuro.
No obstante, debemos saber administrarla de la mejor manera y no endeudarnos al límite para estar pagando un mínimo cada mes que termina esclavizándonos en esa deuda.
Es necesario utilizar el crédito para adquirir deuda buena, es decir, deuda que alguien más la va a pagar.
O en su defecto, para adquirir puntos, pero ya tenemos el dinero apartado y por supuesto llevando perfectamente las cuentas.
11. Ir de compras innecesarias
Uno de los hábitos que te mantiene pobre es ir de compras por los establecimientos de un centro comercial.
Por ejemplo, no resistimos la tentación de las “ofertas” y caemos como siempre en las deudas de productos que no son necesarios para nuestra vida.
Compramos ropa que casi nunca la utilizamos o artículos que no son indispensables, pero como “se ven bonitos” los tomamos.
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Lo mismo pasa ahora a nivel online, observamos ofertas “tentadoras”, no ponemos un freno y en seguida hacemos clic para comprarlo.
Por otra parte, tenemos la idea clara cuando vamos al super por una cosa, pero salimos comprando diferentes “ofertas” que eran “irresistibles”.
Entonces gastamos el dinero en productos innecesarios por el momento y luego estamos desfasados económicamente y seguimos pobres.
12. Comer en la calle
Otra pésima costumbre que tenemos es gastar nuestro dinero en restaurantes, desayunos, almuerzos, meriendas, cenas y en especial los fines de semana.
No medimos las consecuencias incluso saludables que puede representar.
Has la prueba y prepara comida en casa, además de gastar muy poco presupuesto, preparar de manera exquisita (si no sabes cocinar existen múltiples videos en internet), no estresarse con tanta gente, tu salud también te lo agradecerá.
Recuerda que tener una buena salud es indispensable para seguir activo y por supuesto pensar de mejor manera para obtener más recursos.
13. Esperar que los gobiernos te mantengan
Los gobernantes que están en el poder hicieron su campaña electoral ofreciéndote “bonos de pobreza”; no hay cosa más detestable que esta práctica política.
La gente esperanzada en esta “ayuda” los elige y en efecto cumplen esta promesa a costa de dejar de invertir en lo que realmente necesita el país.
Te malacostumbran a que los gobierno tengan que “protegerte” porque estás sin empleo o por alguna otra razón.
Si crees que debes continuar con este hábito, siempre serás una persona pobre que vive el día a día y no ve más allá.
14. Aléjate de las malas influencias
Casi siempre tenemos a nuestro alrededor gente que tiene una mentalidad muy negativa frente a la vida.
Sin embargo, los consideramos nuestros amigos y no podemos alejarnos de ellos.
Nos invitan a comer, a unas copas, a conversar cosas intrascendentes, es decir a perder el tiempo; y, nuestra vida pasa sin darnos cuenta y seguimos pobres.
Aunque nos duela, debemos alejarnos de a poco de esos amigos que solo te buscan para tomar licor.
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Solo te buscan para supuestamente “disfrutar la vida” y nada más, pero cuando se les propone emprender en algún negocio para obtener mejores ingresos que los actuales, en principio te dicen que sí, pero luego, nunca se deciden.
15. No tener un propósito en la vida
Un objetivo, una meta, un propósito claro en la vida, es lo que debes tener para cumplir tus sueños o anhelos.
Pero lamentablemente no hemos crecido con esta mentalidad y nos hemos acostumbrado a lo que nos decían en la escuela en la clase de ciencias naturales: «el ser humano nace, crece, se reproduce y muere».
Imagínate este trauma cerebral que representa el saber que solo estamos para morir sin ninguna esperanza.
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Esto ha generado un hábito de vivir por vivir, sin ningún propósito, por ello cuán importante es tener el panorama claro.
Mientras estamos en la tierra convertirnos en seres que emprenden y aportan para el bien de uno mismo y de la humanidad.
A nivel material y espiritual debemos tener un propósito en la vida, caso contrario los pésimos hábitos y costumbres nos carcomen y debilitan.
¿Quieres saber cuál es tu propósito en esta vida?: Conoce a Jesús
Y, claro está, nos mantendrán siempre pobres.
Así es como hemos revisado estos 15 hábitos o costumbres que nos mantienen pobres.
Aquí vale una aclaración. Si bien es cierto podemos tener esa mentalidad de hacernos millonarios, pero no porque sí, ya que el dinero finalmente no es la felicidad ni el objetivo de vida.
Debemos tener claro el panorama, que si podemos alcanzar grandes recursos económicos y dejamos de ser pobres, será para compartir, repartir, disfrutar y ayudar a los demás.
