Con la nueva tecnología de blockchain y el nuevo mercado en pleno auge, cada día surgen más ICOs, haciendo un poco difícil que tomemos nuestra decisión.
Todas parecen iguales: excelentes, promesas increíbles, bien estructuradas… ¿Cualquiera que escoja dará el mismo resultado?
Falso. Pensar así te puede llevar a la ruina absoluta más rápido de lo que piensas, y serás presa fácil para los que se quieren aprovechar del dinero de los demás.
¿Qué es una ICO y cómo funciona?
Si no estás muy familiarizado con el tema, te refresco la memoria: puedes haberlas visto como Initial Coin Offering, que se puede traducir al castellano como Oferta Inicial de Moneda.
Esto lo crean los desarrolladores de una criptomoneda al momento de lanzarla, para lograr reunir dinero suficiente para completar su proyecto.
Su funcionamiento es bastante sencillo: el desarrollador lanza una ICO, que es ponerle un precio a su moneda para que los inversores la adquieran.
Estos depositan la cantidad de dinero que les convenga y, al finalizar la ICO, si esta fue exitosa, los inversores reciben los tokens correspondiente a lo que pagaron.
Lo que sucede en el caso de que la ICO no haya sido exitosa, es que el dinero se devuelve a los inversores.
Lo que marca el éxito de la ICO o no es si recauda el dinero mínimo estipulado en el documento técnico, que viene siendo como una especie de contrato entre el desarrollador y los inversionistas.
¿Cuándo recupero mi inversión en la ICO y empiezo a ganar dinero?
Ya que el mercado de las criptomonedas está tan de moda, por decirlo de alguna manera, es posible que esa moneda que adquiriste en la ICO suba de valor.
Uno de los mejores ejemplos es el Ether, que en su ICO tenía un valor de apenas $0.40 cada una, y 3 años después llegó a sobrepasar los $3000.
Imagina a alguien que haya invertido $100 dólares en esa ICO y haya guardado los tokens. Hubiera ganado una cantidad nada desestimable.
¿Cómo saber cuál ICO va a tener éxito?
Como en toda inversión, no hay un conjunto de reglas mágicas que determinarán el éxito de un proyecto, debido a, entre otras cosas, que depende de muchos elementos para ser exitosas. Además, es casi cuestión de azar.
Por supuesto, algunos tienen más posibilidades que otros, así que siempre es útil aprender a discernirlos:
1. Conoce a los miembros del equipo
Muchos inversionistas experimentados juran que es preferible poner tu dinero en manos de personas capacitadas, listas y emprendedoras que tengan un mal proyecto.
En lugar, por supuesto, de alguien perezoso, poco capacitado o indeciso que tenga un proyecto genial, porque a cualquier atisbo de problemas no sabrá cómo enfrentarlos y simplemente tirará la toalla.
Muchos proyectos que hoy en día son exitosos no nacieron como tal, pero en el camino los creadores fueron perfeccionándolos y dándose cuenta de sus errores, lo que los llevó, al final, por el camino correcto.
Por eso es importante saber quién está detrás del proyecto de la ICO, si son personas capacitadas y si ya tienen alguna trayectoria en este negocio.
No dudes en utilizar Google si lo crees conveniente.
2. ¿Brinda soluciones?
La ICO debe ser capaz de proponer alguna solución a un problema real, de cualquier ámbito. Significa que será productiva y necesaria.
En el caso contrario, simplemente nadie se interesará por ella y estará condenada al fracaso desde antes de iniciar.
3. ¿Tiene reconocimiento en la comunidad?
Si el proyecto va en serio, probablemente haya buscado hacer todas las conexiones posibles para ganar visibilidad en la comunidad de las criptomonedas.
Últimamente hay muchas conferencias alrededor del mundo acerca de Bitcoins, Blockchains y toda la industria.
Definitivamente, que el proyecto sea nombrado en estas conferencias hace que gane muchos puntos de credibilidad.
Como ves, si bien nada está escrito en piedra, puedes tomar varias precauciones a la hora de elegir una ICO para invertir.
Recuerda la regla sagrada número uno: nunca deposites todo tu dinero en un solo activo. Así como puede ser exitoso, puede arruinarse en un abrir y cerrar de ojos, y no quieres que tu dinero se vaya al traste junto al proyecto.