Si crees que por odiar a tu jefe o las actividades que debes cumplir en tu trabajo te da la opción de dejarlo todo y emprender, permíteme decirte que estas y otras son malas razones para tomar esta decisión.
Si no existen razones valederas para emprender un negocio, es mejor que continúes donde estás y evitarte dolores de cabeza que ni con mil analgésicos te quitarían.
No es el hecho de desanimarte, todo lo contrario, es mejor conocer a fondo tus motivos para iniciar un negocio, es decir, saber exactamente qué deseas hacer en tu vida profesional, tener claro los objetivos para comenzar esta gran aventura.
Existen muy buenas razones para emprender, pero hay otras malas que no deben motivarte a iniciar un negocio y luego fracasar en el intento, por ello te invitamos a observar estas 20 razones equivocadas para emprender un negocio.
1. No emprendas si quieres hacerte rico en dos días
Hay mucha información sobre todo en Internet, que te dicen que puedes hacerte rico en una semana, siendo un total engaño.
No esperes tener grandes beneficios, sino hasta bien entrado el tercer año al menos. Si te va bien, trabajas las horas necesarias y sobre todo eres capaz de administrar tu empresa de manera adecuada, entonces obtendrás frutos.
2. No emprendas si no puedes superar tus miedos
Si no eres capaz de superar tus miedos y limitaciones que casi siempre te lo impones tu mismo, evita emprender y busca un trabajo acorde con tus habilidades.
Cuando se emprende, lo más lejano es la seguridad. La incertidumbre y el riesgo acompañan al emprendedor desde que se levanta hasta que se acuesta.
3. Odias tu trabajo
Puedes odiar tu trabajo actual todo lo que quieras, pero no le agregará ni quitará el valor de la empresa que deseas comenzar.
Dejar un trabajo que no te gusta puede ser estimulante, pero asegúrate de que estás reemplazando tu trabajo con una alternativa viable que te permita mantenerte económicamente.
4. Odias a tu jefe
Una vez más, la decisión de comenzar tu propio negocio debe basarse en factores relacionados con el negocio en sí mismo, la oportunidad de crear y entregar valor y la posibilidad de que tú lo hagas realidad.
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Además, escapar de un jefe intolerable no significa que no tendrás que lidiar con clientes y proveedores que puedan ser igual o más exigentes.
5. No emprendas si no eres disciplinado
Ese jefe que acabas de despedir ya no estará revoloteando a tu alrededor para decirte con la mirada lo que tienes que hacer, ahora vas a trabajar para ti.
Debes ser organizado, planificar con la máxima precisión posible para optimizar tu rendimiento y debes crear nuevos hábitos. Si no eres organizado odiarás no solo los lunes, sino todos los días de las semana.
6. No emprendas si te vas a rendir fácilmente
Más del 50% de las empresas fracasan durante el primer año, el 80% en los 5 primeros años y el 90% antes de los 10. Esta cifra debe hacerte reflexionar sobre si merece la pena todo el esfuerzo de emprender, siendo la probabilidad del éxito tan baja.
Es importante analizar los recursos, las amenazas, las herramientas con las que vamos a contar. Si no estás preparado interiormente para emprender, es posible que te rindas antes de tiempo.
7. Voy hacerlo todo
Quizá eres un técnico tremendamente bueno o un agente comercial que incluso convencería a los esquimales que te compren hielo, no obstante una empresa es un asunto muy serio y necesita varios perfiles para subsistir.
Prepárate para convencer al mejor equipo que puedas disponer, si no son mejores que tu, seguramente tu empresa, será un fracaso y convencer a extraños que se incorporen a un proyecto que aún no empieza no es nada fácil.
8. Lo haces solo por dinero
Cuando comiences tu propio negocio, enfrentarás desafíos que requieren que tengas resiliencia, pasión y terquedad, no solo la esperanza de ganar dinero fácil. Y si realmente estás haciendo lo que amas, el dinero no debería importar tanto.
9. Quieres trabajar menos
Craso error. Dirigir tu propio negocio lleva mucho tiempo, especialmente al principio. Siempre estás de guardia y no puedes salir del trabajo al final del día como puedes hacerlo cuando eres empleado de otra persona.
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Siempre hay trabajo por hacer, y eres el único que se asegura de que todo se cumpla.
10. Quieres más flexibilidad
Si esperas trabajar solo cuando lo desees, te sentirás decepcionado. Ahora puedes ser tu propio jefe, pero a tus clientes no les importa si deseas dormir o realizar un crucero de dos semanas. ¡Tus clientes querrán lo que quieran cuando lo deseen!
11. Crees que será más fácil que un trabajo corporativo
Las dificultades que experimentas en tu empleo son el resultado de que tu trabajo es solo eso: trabajo.
El emprendimiento puede implicar un conjunto diferente de desafíos, pero de ninguna manera es más fácil que tener un trabajo corporativo.
12. No emprendas si piensas que vas a ganar dinero en los primeros meses
Lo normal es que vayas perdiendo dinero durante un año o dos al menos, incluso si tu proyecto es pequeño y no necesitas mucha inversión. Hay que pagar varios servicios, como luz, internet, alquiler, teléfono, en fin.
Llegar al punto muerto de tu negocio, toma mucho tiempo en la mayoría de los emprendimientos. Aunque lo hayas conseguido, aún no estarás ganando dinero para ti y tus gastos personales.
13. ¿No le tienes que dar explicaciones a nadie?
Como emprendedor, aparentemente no le tienes que dar explicaciones a nadie. Sin embargo, le explicas a tus clientes, tus proveedores y tus empleados. También tienes que responderte a ti mismo.
Esto proporciona una nueva dimensión de responsabilidad. Como eres tu propio jefe, puedes trabajar de la manera que desees. Sin embargo, los efectos de esto se reflejarán en el éxito de tu empresa o en su fracaso.
14. Quieres divertirte
Aunque iniciar y administrar tu propio negocio puede ser muy divertido, seguramente encontrarás tareas tediosas y momentos en que la carga de trabajo es abrumadora.
Para ser un emprendedor exitoso, tendrás que enfrentar tanto lo bueno como lo malo con un fervor implacable.
15. Quieres ser famoso
Es necesario crear conciencia sobre tu empresa dentro de tu público objetivo, pero si consideras la publicidad o el marketing como tu objetivo final y no un medio para un fin, estás cometiendo un grave error.
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Ser emprendedor se trata de construir un negocio exitoso mediante la creación y la entrega de valor, sin convertirte en una celebridad.
16. Creer que no es arriesgado
Emprender es arriesgar, y un porcentaje de proyectos empresariales fracasan en poco tiempo. Nadie puede predecir el futuro. Puedes tomar precauciones, escuchar consejos de gurús, pero seguirá siendo una actividad arriesgada y nunca asegurarás el éxito.
Por ejemplo: un error de interpretación o desconocimiento te pueden llevar a tener serios problemas judiciales o fiscales; quizá algún tropiezo provoque el hundimiento de tu imagen como marca. Las posibilidades del fracaso son muchas.
17. Un amigo o familiar quiere iniciar un negocio contigo
El hecho de que alguien que conozcas o admiras quiere trabajar contigo, no hace que una oportunidad comercial sea instantáneamente atractiva. Además, trabajar con amigos o familiares puede ser bastante problemático.
18. Tendré mi tranquilidad al emprender
Si emprender solo significa trabajar mucho podría sonar aceptable, pero montar un negocio también quiere decir una gran cantidad de estrés. Si creías que tu trabajo asalariado era estresante, un negocio propio lo es más porque los resultados tardan en concretarse.
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Nunca estás seguro si has hecho lo correcto, ni tampoco si has dedicado suficiente esfuerzo. Por ello los emprendedores siempre están pensando en sus negocios con cierta carga de estrés, incluso el hecho de pasar mucho tiempo sin dinero.
19. Solo para mí y los míos
Un negocio es una oportunidad para hacer mejor la vida de otras personas, emprender se trata de crear valor, solucionar problemas, satisfacer necesidades y transformar positivamente nuestro entorno.
Así que si piensas que el emprender es solo para eventualmente solucionar tus problemas, estás equivocado.
20. Emprender en lo que me apasiona
No siempre vas a encontrar la oportunidad de emprender en lo que realmente te gusta o apasiona, es necesario saber que las cosas son diferentes.
Puede más bien abrirse la puerta de algún tipo de negocio que no va de acuerdo con tus expectativas, pero los estudios indican que podría llegar a ser muy rentable. ¿Dejarías escapar esa oportunidad?
Los emprendedores experimentados saben que las mejores ideas de negocios surgen de una necesidad genuina de algo significativo en el mercado, y se entrenarán para convertirse en hiperactivos de ideas comerciales potencialmente rentables dentro de sus áreas de interés
Es muy importante que seas honesto contigo mismo, pues los empresarios exitosos participan por las razones correctas: aman lo que hacen y desean tener éxito en ello por sí mismos.
Así que si alguno de estos motivos ocultos está impulsando tu deseo de iniciar tu propio negocio, probablemente sea una buena idea detenerte y reconsiderar tus planes.
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Si realmente quieres emprender, debes saber exactamente cuáles son los valores que te mueven, tus fortalezas y áreas de mejora, además de tus recursos; una vez conozcas los aspectos de tu mismo, te será mucho más sencillo identificar qué es lo que verdaderamente quieres hacer son tu vida profesional.
Lejos está de nosotros desmotivarte para emprender y triunfar, pero sí hallar las verdaderas razones por las cuales debes montar tu negocio y no fracasar en el intento.