Si dispones de un espacio adecuado en tu vivienda y lo tienes sin ninguna utilidad, es hora de hacerlo trabajar para ganar dinero alquilándolo a través de una de las plataformas que ha venido a revolucionar el mundo de la renta, Airbnb.
No importa qué tipo de alojamiento o habitación tengas para compartir, alojar huéspedes con Airbnb resulta sencillo y seguro. Tienes control total de tu disponibilidad, precios, reglas de la casa y de cómo interactúas con los huéspedes, según detallan en la web de esta plataforma.
Las plataformas de economía colaborativa ayudan a poner en contacto a inquilinos con los arrendatarios. Airbnb pone los medios para que el arrendatario, al que ellos llaman ‘anfitrión’, ponga a disposición de viajeros su casa, que puede ser toda la propiedad o simplemente alguna habitación que le sobra. Además, se encarga de que se sienta cómodo, de realizar recomendaciones sobre lo que hay que ver en la ciudad, qué hacer en la zona.
Airbnb señala garantizar la «seguridad de tu alojamiento y tus pertenencias, cubriendo todas las reservaciones con una protección de daños a la propiedad y un seguro contra accidentes con valor de 1 millón de dólares».
Cómo ser anfitrión con Airbnb en tres simples pasos 
1. Publica tu alojamiento gratis
Comparte cualquier espacio sin cargos de registro: desde una sala compartida hasta tu segunda casa y todo lo que se te ocurra.
Puedes hacerlo desde aquí: Registro
2. Decide qué tipo de anfitrión quieres ser
Elige tu propio horario, tus precios y los requisitos que le pides a los huéspedes. Airbnb te ayuda a cada paso del camino.
3. Dale la bienvenida a tu primer huésped
Una vez que tu alojamiento esté publicado, los huéspedes que califiquen pueden buscarte. Puedes enviarles un mensaje con preguntas antes de su estancia.
Cómo funciona el alquiler en Airbnb 
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Para alquilar una casa o una habitación es darse de alta como ‘anfitrión’, crear el anuncio, dar todos los detalles de la propiedad, las normas de la casa, etc. Después hay que fijar un precio. Airbnb pone las herramientas necesarias para poder gestionarlo todo, para que las dos partes puedan intercambiar mensajes o realizar los pagos de forma segura.
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Existe un calendario que permite identificar qué días se puede alquilar la propiedad y qué días no estará disponible. El inquilino paga cuando reserva la propiedad, pero el anfitrión no recibirá el dinero hasta el primer día que pasan en la casa.
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El pago se puede realizar a través de cuentas de PayPal o transferencias a la cuenta corriente que haya consignado el arrendatario. Airbnb cobra un 3% del total del alquiler por su intermediación. El resto de plataformas tienen comisiones semejantes.
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Se puede disponer de varios tipos seguros para cubrir los posibles daños que pueda sufrir la propiedad. A la vez existe una política de cancelación a la que puede acogerse el anfitrión que le garantiza una parte de los ingresos si los inquilinos a última hora deciden anular.
Pagos sencillos para facilitar el proceso
1. Cobra lo que quieras
Tú tendrás siempre la última palabra a la hora de elegir tu precio. Si necesitas ayuda, Airbnb tiene herramientas que te ayudarán a satisfacer la demanda en tu zona.
2. Paga tarifas reducidas
Registrarte es totalmente gratuito. Airbnb suele aplicar una comisión fija del 3 % a cada reservación que reciben los anfitriones, que es una de las tarifas más bajas del mercado.
Puedes revisar una comparativa con la competencia aquí: Comparativa
3. Recibe tus pagos con rapidez
Una vez que el huésped realice la llegada, Airbnb se compromete a enviarte el dinero por Paypal, depósito directo o a través de cualquier método disponible.
Descubre la forma en que ganas dinero con Airbnb en este enlace: Cómo ganas dinero con Airbnb
Fuente: Airbnb / Intereconomía